Drogadicción
La drogadicción
es una enfermedad que consiste en la dependencia de sustancias que
afectan el sistema nervioso central y las funciones cerebrales,
produciendo alteraciones en el comportamiento, la percepción, el juicio y
las emociones. Los efectos de las drogas son diversos, dependiendo del
tipo de droga y la cantidad o frecuencia con la que se consume. Pueden
producir alucinaciones, intensificar o entorpecer los sentidos, provocar
sensaciones de euforia o desesperación. Algunas drogas pueden incluso
llevar a la locura o la muerte.
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Algunas
drogas producen tolerancia, que lleva al drogadicto a consumir mayor
cantidad de droga cada vez, puesto que el organismo se adapta al consumo
y necesita una mayor cantidad de sustancia para conseguir el mismo
efecto.
La dependencia, psíquica o física, producida por las
drogas puede llegar a ser muy fuerte, esclavizando la voluntad y
desplazando otras necesidades básicas, como comer o dormir. La necesidad
de droga es más fuerte. La persona pierde todo concepto de moralidad y
hace cosas que, de no estar bajo el influjo de la droga, no haría, como
mentir, robar, prostituirse e incluso matar. La droga se convierte en el
centro de la vida del drogadicto, llegando a afectarla en todos los
aspectos: en el trabajo, en las relaciones familiares e interpersonales,
en los estudios, etc.
¿Qué lleva a las personas a consumir drogas?
Existen muchas causas y muchos factores. Lo primero que hay que tener en cuenta es que el fenómeno de la drogadicción
no es exclusivo de un grupo o estrato social, económico o cultural
determinado. El consumo de drogas afecta a toda la sociedad en su
conjunto.
En general, el uso de drogas corresponde a un afán de
huir de la realidad. Las drogas proporcionan una vía de escape, un
alivio temporal a los problemas personales, familiares o sociales.
También son una puerta de salida frente al vacío existencial presente en
el interior de la persona, el cual la lleva a volcarse en búsqueda de
salidas ilusorias que llenen dicho vacío.
¿Cómo prevenir la drogadicción?
No se trata simplemente de prohibir la droga, ni de
controlar su distribución. Aunque estas cosas son necesarias, el
problema de la drogadicción tiene sus raíces en la sociedad misma. Es
por ello que es necesario un compromiso de la sociedad en su conjunto.
Padres, maestros, medios de comunicación, instituciones, etc., deben
comprometerse a construir una sociedad nueva, donde sean promovidos los
valores auténticos, especialmente los espirituales. De no hacerlo así,
todas las estrategias de prevención serán inútiles, pues el problema de
fondo seguirá existiendo.
Para las personas que ya han caído en el abuso de
drogas, no bastan los simples tratamientos médicos, dado que existen
otros problemas del individuo que están detrás del hecho de su
drogadicción. Es necesario, junto con el tratamiento médico de
desintoxicación propiamente dicho, un tratamiento de rehabilitación que
haga que la persona redescubra su valor y su identidad más profunda.
Este tratamiento no será posible sin la participación del individuo, sin
su voluntad de cambiar. El apoyo de la familia y una adecuada
asistencia espiritual son también fundamentales para la rehabilitación. |
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